Ayer fue un día largo y lleno de experiencias ricas y vivas. Sin duda la más bonita de todas (cochinillo a parta, valga la broma) la "Velada de música y oración" que realizamos con Carlos en la Capilla del Padre Carlos Cherpa, un muy buen amigo del Padre Manolo. Es una Capilla muy sencilla, ubicada en un barrio de extraradio, sin duda peligroso (el mismo padre aparca el carro... ¡DENTRO de la iglesia!) y poblado por gentes pobres y humildes pero llenos de un corazón tan grande que cada una de las cosas que te explican o comparten se convierte en un verdadero tesoro para mí (y dónde estén mis tesoros... ¿verdad?).
La velada duró un poco más de una hora y, como en la vez anterior, se sucedieron cuentos y canciones y yo iba realizando una introducción a cada momento para llenarlo de sentido y convertirlo en oración. Al final invité a que todo el mundo fuese valiente y cerrara los ojos para encontrarse con Dios de una manera más personal. Y convertimos ese momento en una acción de gracias espontánea que fue... ALUCINANTE. Qué cierto es aquello de que "los últimos serán los primeros". Me sentí tan y tan pequeño delante de la sencillez de los comentarios, de la vida compartida, de las experiencias que allá se verbalizaron. Aprendí tanto... ¡TANTO! Sencillamente, una vez más (y van...), GRACIAS
Al salir yo había invitado a todos aquellos con los que tengo una relación más especial a pasar un rato en un sitio que aquí les encanta: un Karaoke (en una sala para nosotros solos!!!). Aquí disfrutan cantando y era una bonita manera de empezar a despedirnos. Digo "era" porque no fue: el ordenador se dañó y el karaoe se truncó. Pero bueno: dos micros y música de la radio convirtieron el karaoke en un rato de canciones (a palo seco) y baile. Hasta yo baile un buen rato... Evidentemente llegados a este punto no comentaré más, jejeje... Sólo decir que el lunes por la noche volvemos a ver si podemos cantar... que ya toca!
Para acabar explicaros que hoy por la mañana me he reencontrado con el grupo de confirmación de la Parrqouia San José (he ido a su reunión), con los que tuve unas convivencias ya hace unas semanas (como pasa el tiempo). También he pasado a ver a "MIS" niñas de Zoe (y me quedaría a vivir con ellas, de verdad...). Vuelvo mañana por la tarde a grabarlas en vídeo...
Después del almuerzo hemos ido con Carlos y Ricardo a las convivencias del Grupo Juvenil del Reposo (un barrio periférico, y muy pobre, de Bucaramanga). Los grupos Juveniles vienen a ser nuestras Precos o Comunidades más jóvenes (aquí l@s chi@s tenían entre 16 y 22 años). Me habían pedido una charla y un rato de anmación... y ha sido un gran momento. Es lo que tiene trabajar con jovenes ILUSIONADOS e ILUSIONANTES. Me ha encantado la dinámica de su toma de decisiones y su organización, aunque es un tanto compleja. Hemos acabado con una foto de familia y yo les he lanzado una oferta: hermanar a nuestra Preco de 1º de Universidad (sí, ya Universidad) con su Grupo Juvenil... Todo a expensas de lo que decidan ellos y decidáis la gente de la Preco... Pero puede ser una experiencia ÚNICA. Por cierto: siento deciros que no tengo fotos de esto porque me he olvidado la cámara en casa (empiezo a estar muuuuuuuuuuuuuy cansado, de verdad...)
Y nada más, un fuerte abrazo y besos para todos y que nos vemos en casi nada porque el jueves salgo de Colombia y llego el viernes a Barcelona. Esto, por desgracia, se acaba...
