martes, 3 de agosto de 2010

Pequeñas reflexiones diurnas...



Empiezo pidiendo perdón por parafrasear al maestro Silvio Rodríguez en el título de esta entrada (con matices, claro). Una vez expresado "tamaño arrepentimiento" voy a dejarme llevar por los sentimientos un rato para explicar, en unas cuantas líneas, algunas cosas que, por obvias, callo más de la cuenta... Tal vez es necesario disponer de un "tiempico" como el que ahora tengo para poder hacerlo.

Tengo una familia extraordinaria, sin ninguna duda lo mejor de mi vida. Un padre emprendedor y con una mente preclara, al que me gustaría parecerme aunque fuese de lejos y que es, sin duda alguna, mi modelo de vida. Una madre repleta de bondad y amor, sencilla y entregada a todo y a todos, mi apoyo constante y una de las dos razones de que invierta mis domingos en MI casa. Tres hermanos que son mis amigos, buenas personas y con un arraigado sentimiento familiar que nos convierte en un "uno para todos" cuando es menester. Tres cuñados con los que comparto muchas cosas, a los que quiero y me quieren,. Y, desde luego, cinco sobrinos ESPECTACULARES que llenan a nuestra familia de alegría y vida. ¿Qué más puedo pedir?

También tengo a mi comunidad, Emmaús, que más que un nombre o un concepto son diez maravillosas personas con las que comparto mi fe y, desde luego, toda mi vida. Emmaús es exigencia, compromiso, responsabilidad, vivencia, celebración, fiesta... ¿Qué sería de mi vida sin Emmaús?

Luego está ese largo listado de personas con las que comparto los diferentes (tantos... tal vez demasiados) ámbitos de mi vida. Con todos ellos intento compartir vivencias, experiencias  y tiempo, aunque soy absolutamente cosnciente que el hacer demasiadas cosas me hace desatenderlos respecto a sus merecimientos. En todo caso creo que me conocen, me respetan y saben perdonar mis olvidos (tantos...) y dejadeces.

Punto y aparte para todos aquellos con los que comparto solidaridad o fe. La gente de Pastoral, Carumanda, países del sur... Desde luego muchos de ellos han sido, son y serán parte esencial de mi vida... No sería lo que soy sin haber compartido momentos fundamentales, y no tan fundamentales, con ellos.

Y no, no tengo pareja. La vida, las circunstancias o lo que sea, vaya usted a saber,  lo quiso, y casi estoy seguro que lo quiere, así. Me encantaría formar una familia, educar a mis hijos... y no será por no haber estado enamorado o haberlo soñado más de una vez (antes y ahora...). Tal vez, sencillamente, sea que "no haya quien me aguante" a este nivel. En fin... Tal vez algún día consiga engañar a  alguna buena mujer, jejeje...

Para finalizar dejo a esas personas (dos, tres...) que, como algunos de los arriba mencionados, merecerìan una entrada para ell@s solos. Mi vida sin vosotros... buf. Mejor dejo de escribir. Espero que si tú eres una de esas personas sepas que estoy hablando de ti. Si no es así perdóname por no haberte sabido expresar, de manera más clara, lo mucho que te quiero.

Y nada más... Perdonaréis este lapsus de interioridad que tal vez sea más para mí que para vosotros, pero a veces uno necesita descargar, aunque sea brevemente, lo que siente. Gracias, una vez más, por leerme, por acompañarme y por hacerme sentir, desde lejos, a vuestro lado.