viernes, 20 de agosto de 2010

Última semana


Definitivamente esto se acaba. El próximo jueves vuelvo a Barcelona, llego el viernes, y por lo tanto estoy a una semana justa de volver a casa. No es momento todavía de hacer valoraciones pero sí puedo adelantar ya que estoy bastante satisfecho de todo lo que he realizado por aquí. Creo que me he vaciado y he intentado realizar todas aquellas actividades, y más, que tenía programadas o iban saliendo. En el fondo espero, sencillamente, haber sido una pequeña luz, un momento de esperanza, para toda esta gente que batalla, aquí, día a día en post de un futuro no mejor (qué difícil es eso) pero si un poco menos malo....


Bucaramanga es una ciudad peculiar, como muchas ciudades del sur. En su "parte alta" los edificios son más que correctos y las calles se parecen (por lo menos se parecen) a las nuestras. El resto de la ciudad es un caos de "carreteras y calles" irregulares, bacheadas, con una circulación caótica repleta de vehículos "de ocasión" y taxis ávidos de pasajeros a 3600 la carrera. Son calles teñidas: se tiñen de niños vendiendo mil productos diferentes para poder comer, se tiñen de gamines durmiendo en las aceras a plena luz del día, se tiñen de carritos y carretones arrastrados por sus propietarios intentando colocar us productos, se tiñen de frutas y frescos, se tiñen...

Uno llega a acostumbrarse a todo. Bueno, a todo no, nunca me acostmbraré a ver a un niño o una niña de cuatro, cinco, seis o más años vendiendo arepas, obleas o lo que sea a altas horas de la noche (y ya se ha pasado el día... a lo que, evidentemente, tampoco me acostumbraré nunca) porque no ha completado el "cupo" que le exigen en casa para poder volver. A eso no, me niego...



 
Me quedan pocas actividades, pero muy intensas, que realizar: una velada de música y oración el sábado (repetición de la que ya hicimos y tanto gustó pero en otra parroquia) y, sobre todo, tengo que pasar por todos los hogares de Niños de Papel a completar actividades y a grabar unos mensajes con los que editar un vídeo que tengo en mente. También algunas convivencias a las que me han invitado pero sólo podré asistir en parte... Haré, como siempre, todo lo que pueda y un poquito más. Pero soy consciente de que ya empiezo a no llegar a todo.


En otro orden de cosas ayer fue el cumpleaños de Ricardo, el aspirante a hermano que vive en la casa. Cumplió 18 y lo celebramos al mediodía con la visita del Padre Manolo. Yo le regalé un polo que encontré en el centro de Bucaramanaga de... IBIZA!!! Jejeje, cosas de la globalización...

Ayer, por otro lado, fuimos a un concierto de Daniel Poli, uno de los mejores cantautores católicos del mundo. una gozada oírlo y todavía más el compartir ese momento con la gente del Grupo Juvenil (comunidad) de la Parroquia que lo organizaba. Respecto al tema de la música hay una idea que me ronda por la cabeza y que ya he empezado a concretar con gente de aquí para hacerla posible el próximo verano: venir el año que viene con "mi gente de la música" (¿os imagináis para quién va esto? jejeje) y realizar un "tour" de tres semanas: una semana en Bogotà, otra en Bucaramanga y otra en Cartagena de Indias (ya lo tengo todo ok). En cada uno de los sitios realizaríamos trabajo social por la mañana, ensayo por la tarde y "velada-concierto" por la noche. En Cartagena hasta nos reservarían el mejor teatro de la ciudad para tocar... Puede ser tremendo!!! Pero habría que prepararlo todo muy bien, aunque tendríamos un año para ello!!!

Y nada más. Para dar un poco de envidia y que veáis que aquí no todo es trabajo (bueno... jejeje) deciros que mañana sábado como cochinillo asado al horno de leña en casa de Manolo. La historia es fácil: un día yo le hago la broma (¿podríamos estrenar tu horno nuevo con un cochinillo, no?). Él calla pero consigue el cochinillo y mañana estará crujiente, crujiente... Eso sí: hoy todavía está vivo porque aquí no entienden eso de comerse un cochinillo si todavía no ha engordado lo suficiente (menos carne...) y sólo se lo han vendido... vivo. Así que hoy le toca pasar por el mercado a que le hagan "la faena".

Os dejo un vídeo del concierto de Daniel Poli para que veáis cómo se vivió... Lo dicho: una gozada, de verdad.